Esta huelga no castiga a quienes sólo cogen el autobús y el metro, ni a quienes tienen coche, sino a quienes nos subimos a los taxis con frecuencia. Contra sus amigos más fieles CUANDO ESTO ESCRIBO, los taxistas madrileños llevan en huelga dos semanas y además bloquean zonas de la ciudad a su antojo. Ya hicieron otra hace seis o siete meses, y uno se pregunta cómo es que un gremio que depende —así lo cuentan sus miembros— de lo que trabajan y recaudan diariamente, con jornadas de más de doce horas para alcanzar lo presupuestado, se pueden permitir no ingresar nada durante tantísimos días. Hay “cajas de resistencia”, dicen; deben de estar repletas, para cubrir a quince mil conductores. No voy a entrar en el fondo de la cuestión porque ignoro demasiadas cosas sobre el litigio que los enfrenta con los VTC. Puede que los taxistas tengan toda la razón o ninguna, o —lo más proba...
Nada me confunde..es demasiado importante la vida como para confundirla cuando el amor es......Jamas me vuelvo olvido ya que vivo demasiado intenso mi presente.....
ResponderEliminarLos amores palpables esos que te hacen sentir que estás vivo y cuando termina la calentura de eso
ResponderEliminarsaltar al olvido y sin sufrir
recomenzar de nuevo...gracias
Cierro los ojos, no hay presente aquí, sólo fantasmas y visiones.
EliminarMuchas gracias.
Ten paciencia... hay muchas formas de amar al amor.
ResponderEliminarAbrazos y feliz día.
MA.
El blog de MA.
Tantas como granos de arena en las playas oceánicas.
EliminarAbrazos y mi gratitud eterna.